Benjamín Ríos Merino

La especie Araucaria araucana existe en nuestro planeta hace más de 260 millones de años. El propósito de la iniciativa Tiempo Pewen es colocar a las personas en perspectiva de las dimensiones de la vida en el planeta, el pequeño periodo habitado por el humano y su gran senda de destrucción. Una experiencia inmersiva de realidad virtual que prioriza la contemplación a través de fotografía, texturas, collage, video inmersivo y paisajes sonoros.

Este proyecto creado por Miguel Bolt surge en 2019, en el contexto de su participación en el diplomado ASKXXII (Arte, Ciencia y Conocimiento) de la Universidad de Washington en alianza con la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Un curso interdisciplinario que busca generar conocimientos de investigación científica para ser aplicada en el arte.

El potencial de un proyecto como este es la emocionalidad. Cuando el público vive esta experiencia, lo que he visto es una gran emoción de conectar con la naturaleza y su observación

Miguel Bolt, creador de Tiempo Pewén.

“Yo empecé a trabajar con la materialidad de la naturaleza, viajaba mucho a los cerros y observé que las araucarias se estaban secando. Empecé a dialogar con investigadores, guardaparques y comunidades indígenas que compartían la preocupación por la degradación de la flora nativa”, comentó Miguel Bolt, creador de Tiempo Pewén.

La finalidad de este proyecto se encuentra en su aspecto crítico y reflexivo sobre el medio ambiente. Una de las circunstancias que disparó la inquietud del creador fue la muerte de todas las araucarias en el centro de Pucón, un lento y triste proceso que inició a mediados del 2009.  

TIEMPO PEWÉN: LA CONTEMPLACIÓN DE LAS ERAS

La producción del proyecto recalca la capacidad que estas instancias pueden tener para generar un cambio en la conciencia y en la forma en que las personas afrontan su relación con la naturaleza.

“Vivimos el legado de sistemas políticos que perpetúan la degradación de la naturaleza. Verlo desde la visión del arte, la ciencia, las interdisciplinas, permite hacer una reflexión que interpela el rol de la construcción de conocimiento. Es importante que la reflexión y el conocimiento sean un aporte a resolver problemas, no solamente movilizados por la estética”, reflexionó Bolt. 

Esta experiencia inmersiva permite a cada espectador que visite los paisajes pueda sacar sus propias conclusiones. Su realizador destaca el potencial de vinculación que genera.

“El potencial de un proyecto como este es la emocionalidad. Cuando el público vive esta experiencia, lo que he visto es una gran emoción de conectar con la naturaleza y su observación. La lección es la importancia de vincularse con la naturaleza, como humanos llevamos como dolor la distancia que tenemos con ella”, reflexionó Bolt.

Así mismo, Tiempo Pewén busca reflexionar sobre el contenido producido por medios tecnológicos. Hoy se prioriza la inmediatez como un estándar de consumo potenciado por el scroll infinito de redes sociales, pero el llamado se vincula a no limitar la creatividad y utilizar la infinita capacidad que la innovación digital dispone.

“Puede sonar un poco chistoso, pero el problema de la sobrecarga de la inmediatez es un problema de salud pública. Esta perspectiva de Tiempo Pewén, de poder contemplar especies que viven mucho más que nosotros, permite crear caminos neuronales que posibilitan espacios creativos”, advirtió Bolt.

Tiempo Pewén estará siendo presentado para el público en la décima edición del Festival Mediamorfosis en Viña del Mar, entre el 23 y 26 de octubre. Si quieres conocer más sobre el estudio encargado de este proyecto puedes visitar las redes de MagmaLab.

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