Ricardo Basáez

A sus 15 años, esta activista ambiental se ha transformado en un referente en la Región de Los Lagos, dando charlas en colegios y motivando a los niños a cuidar el planeta y a reciclar.

Desde muy pequeña Noemí Manríquez manifestó su interés por el medio ambiente y el cuidado de la naturaleza. Nació en Puerto Montt, pero cuando tenía 10 años su familia decidió emigrar a una zona rural a 16 kilómetros de la ciudad: Piedra Azul, en la carretera austral. 

Allí sintió esa conexión con el medio ambiente. “Aprendí a amar el mundo y aprender cosas sobre él, despertar mi creatividad. Tenía la playa cerca y eso me motivó a querer cuidar el planeta”, asegura. 

Noemí se dio cuenta de la contaminación que existía en las playas donde vivía y eso la motivó a querer provocar cambios. “Cuando nadaba veía que al lado mío habían plásticos y latas. Eso fue triste. Me enojé mucho y aprendí a canalizar esas emociones en un cambio positivo. Ahí empecé a realizar las limpiezas en las playas”. 

Todavía estamos a tiempo de generar acciones y los jóvenes somos los protagonistas de esto

Noemí Manríquez, activista ambiental

Una de sus principales motivaciones ha sido la descontaminación de las playas en el Sur de nuestro país. Ha participado y encabezado diferentes iniciativas al respecto, como la realizada junto a la Armada de Chile llamada Plan Tenglo, donde se han logrado sacar entre 3 y 4 toneladas de basura y plástico en cada recolección, con la ayuda de decenas de voluntarios de la zona. 

Noemí nos cuenta que sus padres la han apoyado en sus acciones para cuidar el medio ambiente, pero fue su  profesora de Ciencias, Fabiola Torres, la que fue su principal influencia y motivación. “Yo partí a los 10 años como activista y no tenía tantos conocimientos. Ella me enseñó varios conceptos y me ayudó a aprender y encantarme con la naturaleza”. 

A los 12  años Noemí ganó el concurso Niña Planeta Región de Los Lagos organizado por el Ministerio de Medio Ambiente. Esto gracias a su proyecto para reutilizar basura recolectada en las limpiezas de playas para la confección de “ecoladrillos”.  

Ahora, con 15 años, Noemí Manríquez cursa primero medio en el Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Montt y se ha transformado en un referente en su región, dando charlas en colegios, motivando a los niños a cuidar el planeta y a reciclar. 

“Intento dar un mensaje positivo respecto al medio ambiente. Todavía estamos a tiempo de generar acciones y los jóvenes somos los protagonistas de esto. Se necesitan acciones pequeñas para hacer grandes cambios”, asegura. 

Noemí está pensando aún lo que le gustaría estudiar, pero se inclina por ingeniería civil ambiental o periodismo, para poder vincularlo con las comunicaciones. No quiere dejar de dar un mensaje de esperanza a las personas para que cuiden el medio ambiente.