Comprender el valor de la ruralidad

Juan Marambio

Por Juan Marambio, co fundador de Travolution.travel / Empresa B.

A partir del 18 de octubre de 2019, todo empezó a cambiar súbita y radicalmente para el sector turístico. Luego de un acontecido inicio de temporada de verano en 2020, con una buena cantidad de cancelaciones de viajes internacionales y nacionales, el inicio de la pandemia en Chile vino a dar un golpe fatal a un sector absolutamente dependiente de la movilidad de las personas.

Recuerdo en marzo de 2020, cuando proyectábamos el impacto que podría tener el COVID-19 y pensábamos la recuperación para la temporada alta, comenzando ventas “normales” en diciembre de ese mismo año. Y aquí estamos. Todavía con niveles sin precedentes de incertidumbre respecto de cuándo podrá retomarse la actividad de una manera “normal”.

Pero es que quizás esa normalidad, tal como la pensábamos en un inicio, ya no es posible. Estas dos crisis sucesivas nos han hecho despertar de la utopía del crecimiento continuo, del país modelo y de que la tecnología resolvería todos nuestros problemas.

Desde Travolution, el trabajo de cerca con comunidades rurales e indígenas quizás nos permitía entender, de alguna forma, que necesitábamos dar un giro hacia una vida más armónica con la naturaleza, de mayor apreciación y conocimiento de la diversidad cultural y de una convivencia más saludable y comprensiva entre las personas. Pero sin duda, lo que hemos vivido en estos años, también ha sido un remezón para nosotros.

En estos meses, pudimos presenciar y empáticamente sufrir las desigualdades de un sistema de salud que apenas llega a los territorios rurales, y las falencias de sistemas centralizados de abastecimiento, donde las cuarentenas hacían que rápidamente se generara escasez en las localidades más aisladas.

Sin embargo, también hemos visto cómo la autogestión local, el alto nivel de proactividad y liderazgo de las organizaciones rurales con las que trabajamos, les han permitido sortear la crisis, por supuesto, con altos costos, pero también con rápidos aprendizajes. Hemos visto cómo la diversificación de sus economías locales les han dado herramientas para enfrentar las dificultades mejor que las iniciativas turísticas urbanas y les han permitido también, generar un atractivo interesante para que las familias que viven en las ciudades pudieran pasar sus vacaciones.

El desafío, creemos, es que todo el talento, la perseverancia y los valores que se viven en estas comunidades no se perpetúen y activen solo en reacción a la precariedad de su situación, sino que sean reconocidos en su alto valor por la sociedad y retribuidos con los niveles de desarrollo, acceso a oportunidades y recursos que merecen. Nuestro desafío como sociedad urbanizante, es comprender a cabalidad el valor de la ruralidad, de los estilos de vida bajos en nivel de consumo de recursos y la oportunidad que tenemos, a través del turismo, de conocer y comprender estos modos de vida.

Ojalá, cuando podamos volver a viajar, lo hagamos prefiriendo experiencias que nos ayuden a transformar nuestros estilos de vida. Es lo que buscamos hacer en TRavolution.travel y lo que invitamos a todos a hacer.  

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