Diego Infante tiene 31 años y se considera un “micro influencer”. A los 25 años fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y asegura que desde entonces su vida cambió por completo. Comprendió que su sensibilidad a los ruidos y aglomeraciones, así como su habilidad con los cálculos matemáticos, no eran parte de una enfermedad, sino que simplemente tenía esta condición que lo hacía distinto a los demás. 

Decidió contar su experiencia y sensibilizar en primera persona sobre esta condición y lo hizo a través de las redes sociales y dando charlas por todo el país. Hoy tiene miles de seguidores en Instagram y Facebook, donde también educa y promueve los derechos de las personas con TEA para que puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento oportuno. 

Aquí nos cuenta su historia. 

¿Cuándo y bajo qué circunstancias decidiste hablarle al mundo y sensibilizar respecto del Trastorno del Espectro Autista? 

Recibí el diagnóstico a una edad tardía, tenía 25 años. El día miércoles 2 de agosto de 2017. Ya tenía sospechas desde años antes y para mí fue muy bueno saber por qué soy diferente, por qué proceso las cosas de otra manera, por qué me costaba interactuar con los demás o me costaba entender las conductas sociales. Entendí también mi habilidad con los cálculos mentales y para recordar muchas fechas al azar y sucesos que han pasado a lo largo de mi vida, así como mi buena memoria. La verdad es que el diagnóstico lo recibí de manera súper sana. Me explicaron que no es una enfermedad, que soy diferente, pero que no tiene nada de malo. A esa altura, ya entendía a la sociedad y me entendía a mí mismo. Me empezaron a pasar una gran seguidilla de cosas súper buenas. Estudié masoterapia, realicé mi primer mochileo de vida y tengo polola. Mi vida comenzó a cambiar para bien. 

El 2019, cuando me titulé, fui a una junta de personas autistas y de la comunidad LGBTQ+ y conocí a varios profesionales que querían escuchar a adultos autistas. Ahí me salió un discurso muy de la nada, contando lo sano que fue para mí el diagnóstico y eso los motivó para invitarme a dar charlas sobre autismo en sus respectivos lugares. En escuelas, centros, universidades, etc. Ahí empezó todo. Me empezó a gustar y empecé a hacer varios videos sobre autismo. Siempre con mucha motivación y entregando un mensaje esperanzador y explicando que muchas veces se puede llegar más lejos de lo que se pronostica, dependiendo del nivel de apoyo terapéutico, del apoyo familiar, del entorno y las circunstancias de la vida. También explicar que cada autista es diferente, al igual que cada persona. 

Ser activista significa para mí hablar de autismo en primera persona, visibilizar actos y temas sobre el autismo

Diego Infante, Activista del Espectro Autista

¿Cómo has visto que impacta a las comunidades el contenido que difundes?

Llega súper bien, porque ha llegado a mucha gente. Me han invitado por prácticamente todo el país. He ido a todas las regiones, excepto a la de Arica y Parinacota, pero es cuestión de tiempo. Me han invitado a Punta Arenas, Puerto Natales, he estado en Iquique, Antofagasta y casi todo el país. Ha llegado mucha gente que me ha agradecido, la gente me pide fotos después de las charlas. A veces tengo la agenda muy llena e incluso he salido algunas veces en la televisión y radio. Así, hay gente que me ha escrito felicitándome y han aprendido sobre autismo. Aparte de entregar un mensaje esperanzador, trato de sensibilizar sobre el autismo. Por ejemplo, diciendo que en general somos más sensibles, entonces tratar de no meter mucha bulla frente a un autista, respetar los tiempos. También las aglomeraciones, hay muchos a los que nos puede molestar. Nuestros espacios son súper importantes. También es importante recibir ayuda terapéutica y mucho más. 

Si tuvieras que evaluarnos como sociedad respecto de nuestro conocimiento y comportamiento frente al TEA, ¿qué notas nos pondrías? ¿Qué nos falta? ¿Hacia dónde avanzar?

No sé qué nota poner, pero creo que se ha avanzado. Pongamos un 5, pero totalmente movible esta nota. Hay avances en las escuelas que se han interiorizado bastante, también en universidades, pero todavía falta mucho. Lo que falta es que todas las escuelas sean inclusivas y no solamente algunas y que sean realmente inclusivas. Hay muchas escuelas que tienen el Sistema de Integración Escolar, pero hay veces que no funciona bien. Es muy importante que salga la ley de autismo y también es muy importante sensibilizar sobre el autismo en todos los establecimientos educacionales, y en otras instituciones, como en los hospitales. Pero entiendo que es un trabajo que se hace de a poco. También considero que es muy importante seguir escuchando voces de autistas, es decir, hablar de autismo en primera persona. Ojalá que a ningún autista le falte diagnóstico ni terapia por falta de dinero, ni porque no encontró un profesional adecuado. Ojalá que todos puedan recibir el diagnóstico certero y también las terapias que nos puedan ayudar a cada autista; que la falta de recursos económicos no sea tema.

¿Qué significa para ti ser un activista en el espectro autista? 

Ser activista significa para mí hablar de autismo en primera persona, visibilizar actos y temas sobre el autismo. Por ejemplo, hablar sobre la importancia de las terapias, la importancia de que se hable sobre el autismo a lo largo de todo el país y el mundo. Tocar algunos temas principales, como la importancia de hacer frente a alguna crisis de un autista, tratar de que no se golpeé, que tampoco agreda a nadie, que pueda desahogarse, pero sin que nadie sea lastimado y darle su espacio, alguien que lo cuide para que no se lastime.

¿Activista, influencer o divulgador? ¿Te identificas con alguna denominación?

Me podría identificar con las tres. Tengo entendido que microinfluencer es cuando en Instagram tienes 10 mil seguidores en adelante, después a partir de 100 mil es macro influencer y yo tengo 45 mil 600, por lo que me considero un micro influencer. Si llego al millón de seguidores ya sería un mega influencer, una celebridad, pero falta un poco para eso. También soy un divulgador. 

¿Cuál es tu objetivo difundiendo el TEA de aquí a unos 5 o 10 años más? 

Todo es bien impredecible, pero me gustaría de a poco empezar a hacer charlas a nivel sudamericano, o a nivel mundial. Tengo que aprender otros idiomas, cosa que no sé, pero lo tengo que resolver. Tengo que volverme independiente y no semi independiente, como lo he sido en estos años. 

¿En qué/quiénes te has apoyado en este camino como divulgador del TEA?

Me he sentido apoyado por algunas personas, pero muy temporalmente. Me he sentido más apoyado por mi polola, por algunas amistades, por mi psicóloga, que ha sido fundamental en este proceso y algunas personas más.